Zico o Austria

¿Acaso es tan importante el futbol? Si, La única respuesta tiene que ser sí. El futbol ha parado guerras, las ha empezado, ha causado sismos, ha salvado vidas y las ha quitado. El futbol tiene la capacidad única de encender la llama de la esperanza en millones de personas. Eso pasó en el verano italiano del 83. Se acaba de estrenar “El retorno del Jedi” y sin embargo en la bota mediterránea, no se habla de esos galácticos, sino del otro sin espadas de luz, ni casco-ventilador, uno al que llaman el Pelé Blanco, ese que eliminaron para ser campeones del mundo un año antes. En Italia solo se habla de “Il Caso Zico”. Y es que Zico, que prácticamente ganó una Libertadores y una Intercontinental solo, se marcha de su Flamengo para conquistar Europa. Y no va ni a la Juve (que por cierto acaba de perder la copa de Europa contra el Hamburgo), ni al inter, ni al Milan, Zico ficha por el Udinese, un equipo que acabó sexto. Uno de una ciudad de apenas 100mil habitantes. De alguna manera entre préstamos y milagros han conseguido los 4millones de dólares del pase del astro Brasileño, 500 mil dólares menos de lo que costó el pase más caro de la historia, el de Maradona al Barcelona. Y es algo tan Irreal que la Federación Italiana se niega a aceptar el fichaje en parte por la presión de los clubes grandes, en parte porqué ya no quieren más extranjeros y en parte porque siempre han sido ineptos.

Y en Udine que llevan un siglo maldiciendo a Garibaldi y a Cavour esa decisión de la FIGC es la gota que rebasa la copa de ese sueño italiano que a ellos poco les ha dado y que sí que les ha quitado. Así que ese día todos vestidos con su blanco y negro tradicional, salen a las calles con un mensaje claro, “Zico O Austria”. Un mensaje tan claro y fuerte que llega al palacio del Quirinale donde el presidente Pertini, recordando la famosa frase de Churchill “Los Italianos pierden las guerras como si fueran partidos, y los partidos como si fueran guerras” y sabiendo muy bien que en Udine son italianos así lleven la vida tratando de independizarse, sale a las calles de Roma y dice la única frase que puede apaciguar la llama de la independencia, “Zico jugará en Udinese”.