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Cazando Dragones

  • Foto del escritor: Camilo Muñoz Cortes
    Camilo Muñoz Cortes
  • 16 ago 2016
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 23 jul 2022


En diciembre 2013 apenas llegado a Estocolmo me enteré de que en la isla central se encontraba una estatua de San Jorge y el Dragón, uno de los mitos que desde siempre me ha causado intriga y admiración. En aquella fría mañana en la que mi padre me llevo a conocer el hielo emprendí marcha hacia Gamla Stan con el fin de encontrar esa estatua. En el camino me distraje por un edificio y luego acabe tomando un Hop on hop off que me llevo por toda Estocolmo menos a Gamla Stan que por ser patrimonio de la humanidad no se permiten buses. Pero finalmente unas horas más tarde de lo previsto por fin puse pies en Gamla Stan con el fin de encontrar mi dragón. A pesar de dar vueltas en una isla no más grande que l'ile de la cité por media hora, no logre encontrar lo que buscaba. Como en esa época no había presupuestos Ah! tiempos aquellos o si los había no los respetaba Maso menos como ahora, decidí prender mi rooaming usar Google Maps y 5 minutos después logre llegar a mi destino final. Hasta hoy día esa estatua sigue siendo mi favorita, a pesar de haber visto desde ese día san jorges matando dragones en Bratislava, Belén, Zagreb, Vilnius, Malta, entre otros.


Así que ayer que después de 3 años volvía a tener la chance de recorrer las calles de la Venecia del norte, y teniendo en cuenta que decidí almorzar en Gamla Stan pensé en por qué no, pasar a saludar mi dragón. Una vez más como, en tiempos pasados a pesar de dar vueltas por arriba y por abajo y usar todos mis recuerdos fracase una vez más en mi travesía. No teniendo Google Maps a disposición decidí abandonar coger un ferry y mejor darme una vuelta por Djurgarden.

Esta mañana, después de dormir de más y perder mi desayuno en el hotel, decidí que iba a ir a Gamla Stan y que iba a encontrar mi dragón sin ayuda de ningún aparato electrónico. Me tomé un jugo de naranja porque yo soy un organismo que sobrevive a base de naranjas y emprendí mi camino a Gamla Stan. Cruce el puente que comunica la isla donde estoy a Gamla Stan, atravesé la corte del palacio real con determinación de no parar hasta encontrar mi dragón. Instantes después oí una melodía y me dije que mi dragón podía esperar como eso de buscar apartamento, iba a estar en eso todo el día bien podía tomarme 5 minutos de pausa para ver de dónde venía la música y ajá. Unos pasos más tarde descubrí la procedencia, había cambio de guardia, y como en los países ricos todos son unos desocupados la banda real estaba ahí para dar ritmo a punta de Bohemian Rhapsody. Evidentemente, todos los turistas estaban ahí aguantando sol y tomando fotos, yo como buen sueco decidí sentarme en la sombra y simplemente escuchar y ver a la lejanía como los guardias tomaban posiciones. Pero esa banda de desocupados, tocaba y tocaba, y pues tampoco yo tenía una lista de cosas por hacer la última siendo buscar apartamento. Me pare me abrí paso entre la multitud y decidí seguir mi camino, note que mis agujetas se habían desamarrado así que agache para ajustarlas, cuando me levante, la peor tragedia ocurrió. La cuartilla de músicos todos de blanco había decidió moverse conmigo, no solo eso tomaron el camino por donde yo iba a ir y para rematar todos los turistas los seguían como procesión religiosa. Como yo ahora soy sueco, no podía permitir que me vieran con la chusma siguiendo por ahí a músicos pelagatos sin nada mejor que hacer. Tome la decisión adulta responsable de meterme por una callejuela digna de la 53 con caracas envés del camino real por el que había decidido comenzar mi travesía. Me preparé para lo que esperaba ser una odisea de todo el día, ya imaginaba todo lo que me iba a pasar y todo lo que iba a tener que hacer para poder cazar a mi dragón. Si fuera español en ese momento hubiera gritado "A por el dragón" pero no, yo soy sueco, así que tararee mamma mia y comencé a caminar.

Ni tuve tiempo de llegar al coro cuando saliendo de la callejuela me encuentro frente a mí una estatua gigante... DE SAN JORGE MATANDO UN DRAGÓN. Mi plan de día quedó arruinado por culpa de unos despachados que irónicamente me dejo a mí en la misma situación. Tome fotos de todos los ángulos y me senté mirando las fauces del dragón buscando inspiración de que hacer alguien grito "buscá apartamento y para de bobear pelotudo", pero decidí ignorarlo. Tome rumbo hacia Sodermalm donde me perdí y acabe en la academia de ballet sueca, pero esa historia será para otro día. Por ahora me voy a dedicar a cazar apartamentos, que cazar dragones resulto ser muy fácil…

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